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miércoles, 30 de abril de 2014

Regalo especial

La profe encargada de nuestra biblioteca, Carmen, estuvo repartiendo el Día del Libro unos marcapáginas para l@s alumn@s de nuestro cole. Gracias, Carmen

Claro que contó con unos estupendos ayudantes!!!

lunes, 22 de abril de 2013

El placer de leer


Diez consejos para los padres

Compartir
El placer de la lectura se contagia leyendo juntos. Leamos cuentos, novela, cómics, en Internet...

Acompañar
El apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No los dejemos solos cuando aparentemente saben leer.
Proponer, no imponer
Es mejor sugerir que imponer. Evitemos tratar la lectura como una obligación.

Respetar
Los lectores tienen derecho a elegir. Estemos pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan.

Dar ejemplo

Las personas adultas somos un modelo de lectura para niños y jóvenes. Leamos delante de ellos, disfrutemos leyendo.

Estimular, alentar

Cualquier situación puede proporcionar motivos para llegar a los libros. Dejemos siempre libros apetecibles al alcance de nuestros hijos.

Escuchar
En las preguntas de los niños y los adolescentes está el camino para seguir aprendiendo. Estemos pendientes de sus dudas.

Pedir consejo
El colegio, las bibliotecas, las librerías y sus especialistas serán excelentes aliados. Hagámosles una visita.

Ser constantes

Todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura.

Organizarse
La desorganización puede estar reñida con la lectura. Ayudémosles a organizarse: su tiempo, su biblioteca...


Los fantásticos libros voladores del señor Morris Lessmore

El señor Lessmore es un amante de los libros y como a muchos que les gusta leer, también disfruta escribiendo. Morris Lessmore escribe todos los días en su libro, escribe sobre sus anhelos, sus penas, sus alegrías, sueños y esperanzas… soñanando que algún día sus memorias se conviertan en un gran libro que pueda ser leído por los demás. Sin embargo, cuando llega el gran huracán (un guiño a Katrina) el libro de Morris se vuela junto con el resto del pueblo, las casas, las calles, las personas. Cuando pasa el temporal, el pueblo queda desolado y tristemente gris. Morris deambula por las que antes eran calles, un poco perdido, un poco desorientado y totalmente vacío sin su libro.
Los libros sanadores
En medio de la desolación se aparece ante Morris Lessmore una mujer que vuela gracias a que miles de libros multicolores la sostienen como si fuesen un puñado de globos inflados con helio; ella le entrega a Morris un libro y con eso lo "salva" de la tristeza. Morris es conducido al gran paraíso para quienes aman los libros: la biblioteca. En su nuevo hogar Morris dedica la vida a los libros, los cuida literalmente, los restaura si así lo requieren, los ordena y les da vida compartiéndolos con los lectores que llegan a la biblioteca en busca de alguna lectura. Los libros le devuelven a Morris la vida que parecía perdida tras el huracán.
Todo vuelve a comenzar
Con el tiempo Morris se va volviendo viejo y enfermo; esta vez son los libros quienes lo cuidan a él, tomando especial atención con su espíritu al continuar leyéndole un cuento cada noche. Morris está llegando al final de la vida, pero bien acompañado y lleno de sentido: ha terminado de escribir su libro y, al igual que la mujer de los libros voladores, Morris es elevado por miles de libros multicolores que vuelan y lo conducen a su descanso eterno. Una niña pequeña entra a la biblioteca y en sus manos es depositado el libro que contiene la vida de Morris… así todo vuelve a comenzar.