DERECHOS DE LOS NIÑOS A ESCUCHAR CUENTOS
ASOCIACIÓN COLOMBIANA DEL LIBRO INFANTIL
1. Todo niño sin distinción de raza, idioma o religión, tiene derecho a
escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos,
especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica.
2. Todo niño tiene derecho a exigir que sus padres les cuenten cuentos a
cualquier hora del día. Aquellos padres que sean sorprendidos negándose a
contar un cuento a un niño, no sólo incurren en un grave delito de omisión
culposa, sino que se están autocondenando a que sus hijos jamás les vuelvan a
pedir otro cuento.
3. Todo niño que por una razón u otra no tenga a nadie que le cuente cuentos,
tiene absoluto derecho a pedir al adulto de su preferencia que se los
cuente, siempre y cuando éste demuestre que lo hace con amor y ternura, que es
como se cuentan los cuentos.
4. Todo niño tiene derecho a escuchar cuentos sentado en las rodillas de sus
abuelos. Aquellos que tengan vivos a sus cuatro abuelos podrán cederlos a otros
niños que por diversas razones no tengan abuelos que se los cuenten. Del mismo
modo, aquellos abuelos que carezcan de nietos están en perfecta libertad de
acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil, donde con
entera libertad podrán contar cuantos cuentos quieran.
5. Todo niño está en el derecho de saber quiénes son los hermanos Grimm y
Andersen, entre otros. Las personas adultas están en la obligación de poner al
alcance de los niños todos los libros, cuentos, y poesías de estos autores.
6. Todo niño goza a plenitud del derecho de conocer las fábulas, los mitos y
leyendas de tradición oral de su país.
7. El niño también tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así
como a modificar los ya existentes, creando su propia diversión.
8. El niño tiene derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la
obligación de nutrirse permanentemente de nuevos e imaginativos relatos,
propios o no, con o sin reyes, largos o cortos. Lo único obligatorio es que
estos sean realmente hermosos.
9. El niño siempre tiene derecho a
pedir otro cuento y a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.